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Lejos de pasar desapercibido, el naranja es un color que desprende vitalidad. Color muy popular durante los años sesenta, se abandonó a finales del siglo XX. En los últimos años, sin embargo, ha vuelto a estar en el centro de la tendencia.
Vital y dinámico, el naranja es un color que da energía. Sinónimo de creatividad y comunicación, es el color de la apertura de espíritu. Es un complemento fresco y elegante para cualquier interior.
Vigorizante y embriagador, es un tono que debe aparecer discretamente en cualquier habitación. Optar por lámparas de diseño naranjas es, por tanto, la forma ideal de añadir toques dinámicos de luz a cualquier habitación. Este tono ácido combina a la perfección con los tonos grises, y muchas lámparas combinan estos dos colores, como la colección Nénuphar o la lámpara de pie Eau de Lumière de Designheure.
Sus tonos son muy populares en cocinas y baños; las lámparas de suspensión o apliques naranjas crean un ambiente muy acogedor. El colgante Unfold de Muuto, por ejemplo, es ideal como fuente de luz encima de una mesa de comedor.
Las luces naranjas también aportan un toque retro. En este estilo, la lámpara Nesso de Artemide es un icono del diseño que no se puede ignorar. En interiores sobrios, las luces naranjas aportan un toque muy actual y de diseño
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Por último, las bombillas de tonos anaranjados crean un ambiente tenue y cálido, ya sea en el salón o en el dormitorio.
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