CHARLES - BC ATELIERS
Habiendo crecido en una familia que le transmitió su pasión por el arte y el diseño, en particular por las bellas piezas vintage, nuestro cliente quiso recurrir a nosotros para transformar un espacio impersonal en un piso que reflejara su personalidad. Trabajamos con él, proponiéndole un enfoque bastante radical en el que predomina la madera y el color juega un papel importante para resaltar los elementos técnicos y funcionales.
Uno de los retos era conciliar todos los condicionantes de la vida diurna y nocturna: crear, por un lado, un espacio abierto y acogedor, con un gran salón y un verdadero comedor, y, por otro, una esfera íntima propicia al descanso.
Al piso, al que se accede a través de una pasarela, se le ha dotado de una hermosa puerta de entrada para afirmar su nueva identidad residencial.
El salón está centrado en la vida, organizado para dejar respirar la estancia. Está marcado por una gran librería de roble claro frente a la que se despliega una fuerte pieza icónica: un sofá "Non-Stop" de De Sede en piel havana.
Una "caja" técnica, sobre la que se monta una gran pantalla de TV en el lado del salón, integra la zona de la cocina, cuya encimera de cerámica gris oscuro hace juego con el color de los armarios. Cumple varias funciones: define la entrada, optimiza la posición de los elementos funcionales y sirve de transición hacia el dormitorio, donde se prolonga en el vestidor. Una gran puerta separa la zona de día del dormitorio, sus dos paneles correderos de roble proporcionan un sistema de apertura y cierre modular y contrastan con el azul grisáceo intenso del vestidor. El armario oculta, en una elegante línea, el acceso al cuarto de baño contiguo, luminoso y confortable con su gran ducha a ras de suelo.
El movimiento fluido del sofá, un espejo curvado y una silla Bold (diseñada por el estudio Big-Game para la editorial Moustache) de formas humorísticas aportan un toque de suavidad y redondez al interior.
Fotos: Sabine Serrad
Uno de los retos era conciliar todos los condicionantes de la vida diurna y nocturna: crear, por un lado, un espacio abierto y acogedor, con un gran salón y un verdadero comedor, y, por otro, una esfera íntima propicia al descanso.
Al piso, al que se accede a través de una pasarela, se le ha dotado de una hermosa puerta de entrada para afirmar su nueva identidad residencial.
El salón está centrado en la vida, organizado para dejar respirar la estancia. Está marcado por una gran librería de roble claro frente a la que se despliega una fuerte pieza icónica: un sofá "Non-Stop" de De Sede en piel havana.
Una "caja" técnica, sobre la que se monta una gran pantalla de TV en el lado del salón, integra la zona de la cocina, cuya encimera de cerámica gris oscuro hace juego con el color de los armarios. Cumple varias funciones: define la entrada, optimiza la posición de los elementos funcionales y sirve de transición hacia el dormitorio, donde se prolonga en el vestidor. Una gran puerta separa la zona de día del dormitorio, sus dos paneles correderos de roble proporcionan un sistema de apertura y cierre modular y contrastan con el azul grisáceo intenso del vestidor. El armario oculta, en una elegante línea, el acceso al cuarto de baño contiguo, luminoso y confortable con su gran ducha a ras de suelo.
El movimiento fluido del sofá, un espejo curvado y una silla Bold (diseñada por el estudio Big-Game para la editorial Moustache) de formas humorísticas aportan un toque de suavidad y redondez al interior.
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