Ayudar a una familia parisina a transformar las zonas de estar de su precioso piso parisino, que da a un precioso jardín.
En el hall de entrada, el objetivo era crear un capullo utilizando un envolvente bloque de color verde, perfecto para vestir los altos techos del espacio.
En el salón, la sutil decoración monocroma de las paredes, que recuerda a un bosque, prolonga el jardín en el interior del piso.
En el comedor, domina el soberbio mueble monolítico hecho a medida.
Las acrobáticas lámparas colgantes aportan ligereza, diseño y modernidad al espacio.