Studio Luxcambra

La historia de Luxcambra comenzó en 1966, cuando Joan y Anna decidieron cambiar de vida. Impulsados por la perseverancia y la pasión, se lanzaron a diseñar y fabricar luminarias, instalando su taller en un local que les prestó un amigo. Joan, con su carisma y creatividad sin límites, se centró desde el principio en el diseño y la calidad. Minimalista y sin pretensiones, diseña lámparas sencillas y elegantes, buscando ante todo la satisfacción del trabajo bien hecho más que la fama.

Por su parte, Anna, con su agudo sentido comercial y su gran capacidad de trabajo, desempeñó un papel esencial en el desarrollo de Luxcambra. Rápidamente abrió una boutique para vender las creaciones de Joan, y su meticulosidad contribuyó en gran medida al éxito de la empresa. Sus competencias complementarias son la clave del éxito de Luxcambra.

Sus hijos, Meritxell y Roger, se sumergieron en el mundo del diseño y la iluminación desde una edad temprana. Roger, tras aprender de su padre, se convirtió en diseñador y empresario, aportando una nueva dinámica a la empresa. Meritxell, tras estudiar Derecho, se incorporó a la empresa y aportó su eficacia, garantizando una gestión fluida y rigurosa.

Desde el año 2000, Luxcambra se ha internacionalizado, exportando más del 30% de su producción a toda Europa, Asia y África. La empresa, presente en hogares, oficinas, hoteles y restaurantes de todo el mundo, debe su éxito a la estrecha colaboración con sus socios, al compromiso de sus empleados y a una filosofía de aprendizaje continuo para seguir avanzando.